martes, 25 de diciembre de 2007
Nunca
Por eso cada vez que la señorita M. me pregunta cómo puedo ser tan cariñoso y después desaparecer por días o semanas, trato de ser honesto. Ya le he contado la historia varias veces y le he explicado, que sí, que siento cosas cuando estoy con ella, porque cuando estamos juntos de verdad me vuelve loco, pero también le he dicho que cuando llega el lunes apaleo cada uno de mis sentimientos, porque no puedo… sentir. Ya lo decidí hace mucho y no voy a dar pie atrás.
Después de lo bien que resultó el otro día la historia del dentista, hace un par de horas la llamé y le pregunté si podía ir a su casa y comenzó una vez más a reclamar y a preguntar, ¿por qué cresta tiene que ponerse tan complicada? Y una vez más traté de cambiar el tema, pero ella insistió, y le volví a decir que lo rico de esto es que no tiene nombre, que no va para ninguna parte, que sólo lo pasamos tan rico, que la encuentro rica entera pero que el lunes apago el chip, y me conecto con lo que tengo que hacer y me desconecto de lo que pueda sentir.
“No sacas nada con apalear tu cabeza, porque al primer ron se te escapan los sentimientos por todos lados”, me dijo seguido de un “no me llames nunca más”.
Me cagó.
sábado, 22 de diciembre de 2007
No parece...
sábado, 15 de diciembre de 2007
Sólo una historia
“Esta tarde estaba en el dentista y, mientras tenía mi boca abierta para no pensar en el dolor, comencé a imaginar que te besaba en el cuello al mismo tiempo que metía mi mano dentro de tu calzón y sentía lo mojada que estabas. Después tirábamos como animales y empecé a gemir. ‘¿Le duele mucho?’ Preguntó el doctor. Le respondí sólo con un par de gemidos más. La verdad es que ya no me dolía la boca, sólo el bulto apretado por el pantalón”.
Supe que al otro lado del teléfono ella estaba poniendo esa sonrisa caliente. “Voy para allá”, me dijo y colgó el teléfono.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Quién puso más
Me encontré con Palomé hablando sobre "cuando se echa en cara quién puso más". Y pensé y comenté:
Creo que siempre he sido el que puso menos. Me cuesta aceptarlo, pero es así. Por eso muchas veces pienso que es mejor estar solo, porque he estado con mujeres increibles, pero cuando veo que están sintiendo demasiado y que yo no puedo decir lo mismo, es hora de salir de ahí.
¿Será malo eso? Para mí es mejor antes que después, cuando se comienza a hacer daño porque sí. Siempre creo que allá afuera hay alguien que les va a hacer mejor que yo.
Es como lo que dijo mi amigo Caio el otro día (estaba muy cosido el hueón), cuando le bajó la cursilería por la Flaca (su ex mujer), y es cursi, pero suena cierto: "Amar no es querer amar, amar es cuando se ama sin querer", y creo que eso nunca me ha pasado. Más bien, casi nunca.
lunes, 3 de diciembre de 2007
Hoy me pasó
Esta mañana me puse a ver unos videos de Youtube en los que se ve a Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia, quien fue secuestrada en febrero de 2002. Hace cuatro años que no se tenían pruebas de que estaba viva… Y aparece ahí. Pelo largo, flaca, más que flaca en los huesos, la mirada perdida.
Seis años. Me puse a pensar donde estaba yo hace seis años. A los 27 sólo tenía una vaga idea de lo que quería para mis 33. Para ser honesto, en realidad creo que ni siquiera lo había pensado.
Seis años en la selva, intentando escapar, pensando, tratando de dejar de pensar, tratando de olvidar, de recordar todo. Tratando de recordar cómo era estar con los que quería y luchar por los que luchaba.
No había pensado hacer de este espacio algo de seria reflexión, porque la mayoría del tiempo me muevo en la superficie. Me cuesta contactarme con sentimientos profundos. Pero hoy me pasó.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Confieso
Prendiendo la Teletón
viernes, 16 de noviembre de 2007
Mucha carne para tan poco gato
La Flaca lo dejó de un día para otro hace más de un año, argumentando simplemente que se desenamoró. Por suerte no tuvieron hijos. Caio ha tenido un par de relaciones en este tiempo (no sé si podrían llamarse relaciones, en realidad), pero le ha costado, porque tiene a su ex mujer “clavada en el alma”, como él cursimente cuenta quien lo quiera escuchar.
Después de hacerle el requerimiento al defensor del Caio, “su señoría” le pidió a la abogada que dijera su nombre, domicilio y su… e-mail. Yo dejé de respirar y vi que mi amigo anotaba “algo” en un papel.
Cuando despedimos a la Flaca, a su espectacular acompañante (que nos pegó una mirada calentosísima), al abogado de mi compadre y al resto de los testigos, nos fuimos caminando en silencio hasta el Café Haití del Paseo Ahumada, en una acto irreverente, pero clásico. En medio de su tristeza, vi en su cara una sonrisa de medio lado. “Anoté el mail de la mina”, me dijo. “Me di cuenta, gueón. Qué rica estaba, por Dios. No la podía creer cuando apareció”, respondí. “Yo tampoco, que loca la situación. No sé si me atreva, pero quiero dejar pasar un par de días y escribirle”.
La verdad es que yo también había memorizado su e-mail y le tenía más ganas que la cresta a la abogada, pero está vez prefería darle el pase a mi compadre, porque sería romántico y porque él más que nadie se merece tener una historia con una mina así y que mejor que este insólito comienzo. Nadie sabe si tiene chances, pero lo envalentoné para que le escriba. Además, yo no estoy tan mal, pero el Caio tiene mucha plata y la media pinta, así que están tal para cual. Conmigo tal vez sería “mucha carne para tan poco gato”.
martes, 30 de octubre de 2007
Made each other
Pasamos uno al lado del otro, mirándonos descaradamente, y ella cachó que mi polera decía "Arrest me"...el uno para el otro.
martes, 9 de octubre de 2007
Qué mujer más rica
Hace mucho tiempo que no me gustaba tanto una mujer como me gusta Scarlett Johansson. Qué mujer más rica. Le he visto varias películas, La Isla, Match Point y otras más, y estoy consiguiéndome con un compadre varias que me faltan.
Soy honesto, las tramas me importan las pelotas, porque verla a ella es mejor que cualquier revista Playboy disponible.
Cuando estoy en un carrete y lo comento, los hombres concuerdan y las mujeres salen con sus comentarios mala leche de “sin pintura seguro que no es la misma”.
Lo que no entienden es que ni sus gestos, ni su mirada ni sus piernas perfectas se van a borrar, aunque esté al natural, que por lo demás yo lo prefiero. Nada peor que una mina con la capa de estuco encima y el pelo rubio teñido haciéndonos creer que son así siempre. Yo no sé de detalles, pero tampoco soy idiota. Las minas falsas se notan a la legua y de esas estamos llenos.